Metaverso es una red de mundos virtuales en 3D centrada en la conexión social. También suele describirse como una «hipotética repetición de Internet como un mundo único, universal y virtual» que puede recorrerse con auriculares de realidad virtual y aumentada.
La palabra metaverso se utilizó por primera vez en 1992 en la novela de ciencia ficción Snow Crash y se compone de dos partes: meta y universo. Desde entonces, se han desarrollado diferentes variaciones que pueden encontrarse como usos populares en plataformas de mundos virtuales como Second Life. La novela descrita trata de avatares programables que interactúan entre sí y con agentes de software en un espacio virtual tridimensional. Este espacio se presenta como una metáfora del mundo real.
Algunas de estas variantes del metaverso ofrecen la integración de diversas virtualidades, espacios físicos y economías virtuales. Microsoft implementa funciones como avatares virtuales y reuniones en realidad virtual en Microsoft Teams. En 2019, Facebook presentó una realidad virtual (RV) social llamada Facebook Horizon. El propio Facebook ha pasado a llamarse Meta Platforms. Mark Zuckerberg declaró el compromiso de la empresa de desarrollar un metaverso. Sin embargo, muchas de las tecnologías de RV promovidas por las metaplataformas aún no se han desarrollado. La medida fue criticada por Frances Haugen, denunciante de Facebook, quien añadió que el hecho de que Meta Platforms siguiera centrándose en proyectos orientados al crecimiento iba en gran medida en detrimento de garantizar la seguridad en sus plataformas. Meta Platforms también ha sido objeto de críticas por acoso sexual en la plataforma en relación con la seguridad de los usuarios.
Oportunidades y riesgos del Metaverso
Entre las aplicaciones propuestas para esta tecnología figuran la mejora de la productividad laboral, los entornos de aprendizaje interactivos, el comercio electrónico, el sector inmobiliario y la moda. En el ámbito de las relaciones públicas, la palabra metaverso se utiliza a menudo como término de moda para impulsar procesos de desarrollo en diversas tecnologías y proyectos.
Por supuesto, también hay voces y opiniones críticas al respecto, preocupadas por cuestiones como la protección de datos, la dependencia y la seguridad de los usuarios. Los medios sociales y la industria de los videojuegos en particular se enfrentan a estos retos. La adicción a Internet, a las redes sociales y a los videojuegos puede tener efectos mentales y físicos durante un largo periodo de tiempo. Por ejemplo, depresión, ansiedad y otras enfermedades asociadas a un estilo de vida inactivo, como un mayor riesgo de obesidad y enfermedades cardiovasculares. A los expertos les preocupa que el Metaverso pueda utilizarse como una vía de escape de la realidad, similar a las tecnologías de Internet ya existentes.
La aplicación del Metaverso en hardware y software
Los puntos de acceso incluyen ordenadores y teléfonos inteligentes, así como tecnologías de realidad aumentada (RA), realidad mixta, realidad virtual (RV) y mundos virtuales. La dependencia de la tecnología de RV ha limitado el desarrollo y la aceptación generalizada. Las limitaciones del hardware portátil y la necesidad de equilibrar coste y diseño han provocado una falta de calidad gráfica y movilidad. Los auriculares inalámbricos ligeros tienen dificultades para alcanzar la densidad de píxeles de la pantalla Retina necesaria para la inmersión visual. Mientras que los modelos de mayor potencia están cableados y suelen ser voluminosos.
Otro problema para la adopción generalizada de la tecnología es el coste, ya que los cascos de RV de consumo tendrán un precio de entre 300 y 1.100 dólares en 2021.
El desarrollo actual de hardware se centra en superar las limitaciones de los cascos y sensores de RV y mejorar la inmersión con tecnología háptica. En cuanto a los programas informáticos, no se ha generalizado la adopción de una especificación técnica normalizada para este tipo de aplicaciones, y las existentes se basan principalmente en tecnología patentada. La interoperabilidad es una de las principales preocupaciones en materia de desarrollo, debido a los problemas de transparencia y protección de datos.
Crimen virtual contra capitalistas del desastre
Existen varios proyectos de normalización de entornos virtuales. El metaverso puede amplificar el impacto social de las cámaras de eco y los espacios de alienación digital, o abusar de las estrategias habituales de participación en las redes sociales para manipular a los usuarios con contenidos sesgados. La delincuencia virtual y otros problemas de seguridad de los usuarios son también retos importantes en las actuales plataformas sociales de realidad virtual y pueden prevalecer en un metaverso. La posible presencia de delincuentes es un gran problema en el espacio virtual. Por lo tanto, se necesitan urgentemente normas y directrices.
En 2022, Keza MacDonald, de The Guardian, criticó el utopismo de las empresas tecnológicas que afirman que un metaverso podría ser un respiro a la explotación, los prejuicios y la discriminación de los trabajadores. MacDonald explicó que este desarrollo podría considerarse más positivo si no estuviera dominado por «corporaciones y capitalistas del desastre» que intentan ganar más dinero mientras los recursos del mundo real disminuyen.
También aquí se pone de manifiesto que no hay oportunidad sin riesgo.